miércoles, 26 de noviembre de 2014

Calabaza frita (Thermomix)


La calabaza que me regaló mi amiga Rossi era demasiada calabaza, y como yo en la cocina soy de los que lo aprovechan todo, pues nada... a hacer calabaza frita para acompañar alguna carne o pescado como guarnición o simplemente para comerla en la excursión del sábado.
Es la primera vez que voy a preparar la calabaza en Thermomix, así que después de buscar varias recetas me he declinado por hacer la de mi amiga Mavi de  "Cocidito de mi vida"  Que utiliza la thermomix y además el majao con los  ajos y el resto de ingredientes lo hace con el mortero, que es como nos gusta a la gente de Jaén, mucho ajo y bien majado. La receta la he modificado en algún paso para adaptarla más a mi gusto.

La llevé a la excursión del sábado y a pesar de no llevar longaniza (en Granada la calabaza frita casi siempre va con longaniza) al amigo Rodri le encantó... Tengo que decir que salió muy buena, porque entre otras cosas tenía un orégano de Sierra Nevada, de Mecina Bombarón en Las Alpujarras y el pimentón es el mejor pimentón que he probado nunca, de La Vera, Cáceres, regalo de mis grandes amigos Felipe y Marisa.


Ingredientes:

1 kg de calabaza limpia
40 gr de aceite de oliva
3 dientes de ajo
50 gr de vinagre de vino
1 cucharadita de orégano
1 cucharada de pimentón
1 pizca de pimentón picante
1 pizca de comino molido
Sal
Pimienta
Opcional: longaniza

 
Procedimiento:

1. Pelar la calabaza en trozos homogéneos y poner en el vaso la mitad (1/2 kg). Trituramos a Velocidad 5 durante 6 segundos. Reservamos y hacemos lo mismo con la otra mitad y también reservamos.

2. Añadimos el aceite en el vaso y calentamos durante 3 minutos, Velocidad 1, Temperatura Varoma. Pelamos los ajos y añadimos dos de los tres ajos y sofreímos 4 minutos, giro a la izquierda, Velocidad cuchara. Reservamos.

3. Opcional. Si queremos echar longaniza, la cortamos en trocitos y sofreímos 5 minutos, giro a la izquierda, Velocidad cuchara. Reservamos (yo este paso me lo he saltado)

4. Incorporamos la calabaza al vaso y programamos 25 minutos, Temperatura Varoma, giro a la izquierda, Velocidad 2.
Para evitar salpicaduras y que evapore el agua de la calabaza ponemos sobre la tapa el cestillo.

5. Mientras se cocina la calabaza, en un mortero machacamos los dos ajos fritos y el ajo crudo con un poco de sal y el comino si es en grano. Añadimos el orégano, el pimentón y el comino si es molido. Incorporamos el vinagre y majamos bien para que se mezclen todos los sabores.

6. Una vez finalizado el tiempo de fritura de la calabaza, abrimos la tapa e incorporamos el majado y volvemos a programar 10 minutos, Temperatura Varoma, giro a la izquierda, Velocidad 2 y volvemos a colocar el cestillo encima de la tapa.

7. Cuando a terminado el tiempo programada ya tenemos nuestra calabaza frita.

Y como dirían en Grecia: καλή όρεξη

 





martes, 25 de noviembre de 2014

Ensalada de pimientos asados


Esta receta se puede considerar la continuación de la receta de pimientos asados.

Una vez que tenemos asados, pelados y cortados nuestros pimientos tenemos que proceder a aliñar nuestra ensalada.

Esta receta me transporta a mi infancia, a la ensalada de pimientos asados de mi madre, en Jaén, pues en Granada y otras regiones más al Sur no se adereza de la misma forma.

Ingredientes:

3 Pimientos asados, sin la piel y cortados a tiras
1/2 Cebolla asada con los pimientos y cortada a tiras muy finas
3 dientes de ajo asados
1/2 diente de ajo crudo
1 Huevo duro
Aceite de Oliva Virgen Extra
Sal
1 pizca de cominos
Una lata de buen atún (opcional)

Procedimiento:

1.  En un almirez majamos los 3 dientes de ajos asados, sin piel (saldrá como una pasta), el medio ajo crudo unos cominos (una pizca para que de un leve sabor, ya depende del gusto de cada uno) la sal. Una vez majados vamos añadiendo el aceite poco a poco y removiendo con la mano del almirez para que se vaya trabando y tenga una textura de cremosa.

2. En un bol tendremos los pimientos y la cebolla cortada a tiras. Le añadimos el majado anterior, removemos bien y le añadimos algo más de aceite y sal.

3. Adornamos con un huevo duro en cuartos y opcionalmente con un buen atún en aceite.

Presentación:

En una fuente al centro de la mesa, en un plato individual para cada comensal o bien sobre unas rebanadas de pan como pintxo o aperitivo.



Dobrou chut' (buen apetito)

Pimientos asados

Con esta entrada lo único que pretendo es contaros como asar los pimientos para usarlos posteriormente en cualquier otra receta, bien en ensaladas de pimientos o para conservarlos asados para un uso posterior.
Cuando hablo de asar pimientos también me gusta ponerles otras verduras como algún tomate, cebolla, etc. En esta ocasión, he realizado un asado más básico para hacer dos tipos de ensalada de pimientos:
- Ensalada de pimientos de mi madre.
- Ensalada de pimientos con aguacates y queso.

Para hacer los pimientos asados me gusta que sean muy rojos, con ciertos tonos oscuros, que no tengan marcas de golpes, y que al cogerlos en la mano notemos que pesan, eso es indicativo de que tienen bastante carne. También me gusta olerlos, que huelan a frescos, a pimiento, que su aroma te transporte por un momento al huerto, a ese huerto de nuestra infancia que todos recordamos en un momento dado.

Bueno, vamos al asado, que ya veréis que es superfácil y el resultado es impresionante. Tendréis unos pimientos exquisitos.

Ingredientes:
3 pimientos rojos
1 cabeza de ajos sin pelar
1 Cebolla
Sal
Aceite de oliva virgen extra

Preparación:

1. Precalentamos el horno a 200°C.

2. Lavamos los pimientos y los secamos muy bien. Lavamos la cabeza de ajos sin pelar. Pelamos la cebolla, la lavamos y secamos.

3. Untamos con aceite la superficie de los pimientos, y echamos un hilo sobre la cebolla y la cabeza de ajos. Espolvoreamos con un poco de sal.

4. Ponemos los pimientos , la cebolla y la cabeza de ajos en una fuente refractaria, o directamente en la bandeja del horno. Yo utilizo una bandeja de silicona, que es antiadherente.

5. Bajamos la temperatura del horno a 180°C calor arriba y abajo, y si el horno tiene convección de aire, mejor.  Horneamos durante 25 minutos, volteamos los pimientos y horneamos otros 25 - 30 minutos. Si durante el horneado vemos que se quema la superficie de los pimientos, podemos cubrirlos con un papel de aluminio. A mí, personalmente, prefiero que se quemen un poco para que tengan un sabor algo más fuerte.

6. Una vez asados, pasamos la cebolla y los pimientos, junto con el liquido que han soltado, a un bol y los tapamos bien para que suden, hasta que se enfríen, con esto conseguiremos que luego se pelen fácilmente.
La cabeza de ajos la dejamos a parte para que el caldo que sueltan los pimientos no se oscurezca, pues durante el asado el ajo se quema por fuera.

7. Cuando se hayan enfriado, Pelamos los pimientos, los limpiamos de semillas cortamos la cebolla en tiras, desechando la capa de fuera, que estará más oscura y sacamos la pulpa de los ajos que utilizaremos para aliñar la ensalada o para conservar los pimientos.

Una vez llegados a este punto se pueden utilizar los pimientos para otras recetas como:

lunes, 24 de noviembre de 2014

Crema de boniatos con champiñones, huevo y picatostes

Sigo aprovechando las comidas de temporada, y esta la tenía pendiente de publicación desde hace  unos días. Así que después de mi semanita en Canarias, volvemos a las publicaciones.
Es perfecta para días lluviosos y algo desapacibles, y como primer plato es muy reconfortante y con unos sabores dulzones de esta época del año.

Este plato de cuchara es muy fácil de hacer y rápido de preparar, es bastante nutritivo y ligero, pues no tiene grasas (sólo las que le aporta el aceite de oliva virgen extra y el huevo) así que lo podemos comer incluso estando a dieta.

La guarnición la he elaborado con champiñones de lata (es mejor si se utilizan naturales, pero no tenía en casa) pero le he añadido un poco de polvo de setas para potenciar el sabor a hongo. El pan utilizado ha sido pan integral con semillas, pues es más rico que un pan blanco, y el huevo directamente lo he hecho duro, aunque se puede hacer pochado, ya depende de vuestro gusto.

La receta la he sacado mezclando algunas ideas de la web de gastronomía&cía y recetario  thermomix.


Ingredientes para la crema:
750 gr de boniato
1 cebolla
3 dientes de ajo
700 gr de caldo de pollo
Sal
Pimienta negra
Nuez moscada
¼ cp de comino molido
40 gr de AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra)

Ingredientes para la guarnición:
250 gr de champiñones
3 dientes de ajo
150 gr de caldo de pollo
1 pizca de tomillo seco o 3 ramitas de tomillo fresco
2 huevos
2 rebanadas de pan de semillas
AOEVE
Sal

Elaboración Tradicional:


1. Pelamos los boniatos y los cortamos en dados. Pelamos la cebolla y los ajos y los picamos.

2. En una cazuela calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra y echamos la cebolla y una pizca de sal para que sude un poco, cocinamos a fuego lento unos minutos  hasta que esté tierna. Incorporamos los ajos y dejamos que tomen un poco de color.

3. Añadimos el boniato y le damos unas vueltas, salpimentamos al gusto y añadimos un poco de nuez moscada y el comino molido. Damos unas vueltas para que las especias se mezclen bien con el boniato y añadimos el caldo de pollo. Llevamos a ebullición y después reducimos el fuego, cocemos con la cazuela tapada, a fuego medio, hasta que el boniato esté tierno, que dependerá del tamaño de los trozos, entre 20 – 30 minutos.

4. Mientras se cuece el boniato, preparamos los champiñones que si son muy grandes los partimos por la mitad. Los salteamos en  una sartén con un poco de sal, y el polvo de hongos (hongos deshidratados molidos) aceite de oliva virgen extra y los dientes de ajo pelados y enteros. Incorporamos las ramitas de tomillo (o la pizca de tomillo seco) y el caldo.

5. Cocemos a fuego medio-alto hasta que los champiñones estén tiernos y el caldo se haya  concentrado, proporcionándole todo el sabor a los champiñones que quedarán totalmente glaseadas.

6. Por otro lado cocemos los huevos y cortamos las rebanadas del pan integral en dados y los  salteamos en una sartén con unas gotas de aceite de oliva virgen extra, a fuego moderado, hasta conseguir que quede tostado y crujiente.
 

Elaboración con Thermomix:

 

1. Ponemos la cebolla y los ajos en el vaso con el aceite, programamos  4 segundos, velocidad 4. A continuación programamos 7 minutos, temperatura varoma, velocidad 1.
 


2. Añadimos los boniatos pelados y troceados, el caldo de pollo, un poco de sal y el comino molido. Programamos 30 minutos, temperatura 100ºC, velocidad 1.

3. Una vez finalizado el tiempo dejamos que enfríe un poco y trituramos durante 1 minuto, velocidad 5. A continuación volvemos a triturar 2 minutos, velocidad 8.

4. Mientras se cuece el boniato, preparamos los champiñones que si son muy grandes los partimos por la mitad. Los salteamos en  una sartén con un poco de sal, y el polvo de hongos (hongos deshidratados molidos) aceite de oliva virgen extra y los dientes de ajo pelados y enteros. Incorporamos las ramitas de tomillo (o la pizca de tomillo seco) y el caldo.

5. Cocemos a fuego medio-alto hasta que los champiñones estén tiernos y el caldo se haya  concentrado, proporcionándole todo el sabor a los champiñones que quedarán totalmente glaseadas.

6. Por otro lado cocemos los huevos y cortamos las rebanadas del pan integral en dados y los  salteamos en una sartén con unas gotas de aceite de oliva virgen extra, a fuego moderado, hasta conseguir que quede tostado y crujiente.

Emplatado:

 

1. Como aperitivo en un coctel. Se puede servir en tartaletas de masa quebrada. En este caso las rellenaremos con la crema y por encima sólo se pondremos un champiñón pequeño, un poco de huevo picado y unas gotitas de AOVE. No le pondremos picatoste porque el sabor del pan ya lo suple la tartaleta.


 


2. Como entrada junto a otros entrantes. Se puede servir sobre cucharitas de porcelana (o de usar y tirar, en su defecto). Aquí le pondremos una tirita de huevo, un champiñón pequeño y un trocito de picatoste y unas gotitas de AOVE.

 

3. Como primer plato. Servimos la crema de boniato con medio huevo duro por comensal, unos cuantos chapiñones y un poco de picatotes y terminamos con un hilo de AOVE.

 



 
Si os sobran algunos boniatos podeis hacer chips de boniato como aperitivo o incluso para acompañar el plato.
 
Independientemente de la presentación que realicemos tenemos que servirla inmediatamente
para que todo esté caliente.


Bo apetito!

 

sábado, 15 de noviembre de 2014

Mermelada de granadas


 
La otra mitad de la caja de membrillos estaba repleta  de Granadas. ¿Qué hago yo ahora con tanta granada? Pues aparte de comerla en crudo pues he pensado hacer mermelada. 

Es una mermelada un poco especial, pues casi no hay pulpa y queda bastante líquida, más que una mermelada parece un jarabe o una jalea, y atención, es perfecta para los más golosos.

Para espesarla se puede usar peptina líquida, que venden en sobres, o cualquier otro espesante natural que le dé a nuestra mermelada una textura propia de lo que es. 

Yo, para darle un poco de textura a las mermeladas suelo usar un alga muy utilizada en Japón pero que se puede encontrar fácilmente en tiendas especializadas en alimentación. Utilizo agar-agar en polvo y se la añado a la mermelada en los últimos 5 minutos de cocción. 

Es complicado pillar la textura de las mermeladas tal y como nos gustaría, eso se consigue con la práctica y la experiencia de hacerla año tras año. Anotad siempre bien las proporciones y sobre todo el grado de maduración de la fruta y la evaporación en la cocción.

Bueno vamos al lío. 

Esta mermelada es de las más entretenidas de realizar por el proceso de desgranado de las mismas. Así que si hay niños en casa… a colaborar todos, aunque no sé yo si  eso será buena idea, pues se salpica mucho y la mancha no suele salir con facilidad.

Ingredientes:

(1 litro de zumo de granadas) 9 granadas hermosas
500 gr de azúcar
El zumo de un limón
La cáscara de un limón
1/2 cucharadita de café de agar-agar en polvo


Preparación tradicional:

1. Desgranamos las granadas y nos aseguramos que no tengan nada de blanco (ni restos de tela ni el pedúnculo por el que se insertan los granos). Apartamos un puñado de granos, para añadirlos enteros durante la cocción.

2.  Dejamos macerar los granos con el azúcar y el limón durante unas horas, mejor de un día para otro.

3. Pasamos por un pasa purés  los granos una vez macerados y colamos el líquido obtenido a través de un colador.


4. Ponemos el zumo obtenido en una cacerola y añadimos la cáscara de limón, a ser posible entera para luego poder retirarla con facilidad, y el puñado de granos que teníamos reservado (estos le darán un aspecto más natural a nuestra mermelada)

5. Llevamos el zumo a ebullición y vamos removiendo frecuentemente con una cuchara de madera y bajamos un poco el fuego para que vaya cociendo bien y evaporando el agua.

6. Debe estar cociendo a un fuego medio hasta que reduzca su volumen a 1/3 del inicial y pase del color rosa fucsia del zumo a un color granate intenso justo en ese momento se le añade el agar-agar para espesarlo (se puede sustituir por peptina líquida, en ese caso seguir las instrucciones del fabricante) y se mantiene la cocción durante 5 minutos.

7. Aunque no notemos que espesa, no debemos preocuparnos, en el momento que la temperatura baje de los 65ºC comenzará a espesar.

8. Envasamos en nuestros tarros bien esterilizados y los llenamos hasta el borde, cerramos bien y los ponemos boca a bajo hasta que se enfríen. De este modo nos durarán varios meses sin problema. También se les puede realizar el baño maría: introducimos los botes en una olla, los cubrimos de agua por encima (un dedo por encima de la tapadera) y los llevamos a ebullición durante 40 minutos. Pasado el tiempo los dejamos en el agua hasta que se enfríen).

9. Una vez fríos los botes les ponemos el nombre y la fecha de envasado y quedan listos para saborearlos.

Y como se diría en francés: Bon appétit!









Preparación con Thermomix:


1. Desgranamos las granadas y nos aseguramos que no tengan nada de blanco (ni restos de tela ni el pedúnculo por el que se insertan los granos). Apartamos un puñado de granos, para añadirlos enteros durante la cocción.

2.  Dejamos macerar los granos con el azúcar y el limón durante unas horas, mejor de un día para otro.

3. Introducimos el resultado de la maceración en el vaso y programamos 30 sg, Velocidad 8.

4. Colamos a través de un colador y recogemos el zumo en un bol y enjuagamos el vaso.


5. Introducimos el zumo de la granada en el vaso y le incorporamos la cáscara de limón y el puñado de granos que habíamos apartado. Cerramos el vaso y programamos 50 minutos, velocidad 2, temperatura 100ºC. No ponemos el cubilete para que evapore bien.

6. Añadimos el agar-agar y programamos 10 minutos a velocidad 2 y temperatura 100ºC. comprobamos que nuestra mermelada a tomado un color granate y ha reducido su volumen a 1/3 del inicial. Podemos comprobar su textura echando una cucharadita sobre un plato que previamente habremos metido en el congelador. Al enfriarse rápidamente veremos si la textura es la deseada.

7. Aunque no notemos que espesa, no debemos preocuparnos, en el momento que la temperatura baje de los 65ºC comenzará a espesar.

8. Envasamos en nuestros tarros bien esterilizados y los llenamos hasta el borde, cerramos bien y los ponemos boca a bajo hasta que se enfríen. De este modo nos durarán varios meses sin problema. También se les puede realizar el baño maría: introducimos los botes en una olla, los cubrimos de agua por encima (un dedo por encima de la tapadera) y los llevamos a ebullición durante 40 minutos. Pasado el tiempo los dejamos en el agua hasta que se enfríen).

9. Una vez fríos los botes les ponemos el nombre y la fecha de envasado y quedan listos para saborearlos.

Y como se diría en francés: Bon appétit!





 

jueves, 13 de noviembre de 2014

Chips de boniato


Aprovechando unos boniatos que me regalaron el otro día, hice una crema, y como no los gasté todos (aún me queda alguno), mientras se hacía la crema estuve mirando a ver si podía hacer algún aperitivo también de boniato y encontré unos chips en el blog de Ana María, de "Cocinando entre olivos". Me encantan sus recetas.

Aquí os dejo la receta que he seguido paso a paso con las indicaciones de Ana.

Ingredientes:

1 ó 2 boniatos (yo he utilizado uno mediano)
Aceite de Oliva Virgen Extra
Sal en escamas
Hierbas aromáticas (yo he utilizado tomillo seco)

Preparación:

1. Pelamos el boniato y lo cortamos muy finitos (1 - 1.5 mm) con una buena mandolina o con un pelador (que es lo que yo hice) y los lavamos y secamos.

2. En la bandeja del horno ponemos un papel de hornear y vamos precalentando el horno a 150ºC calor arriba y abajo. Si ponéis el horno con aire podéis correr el riesgo de que se quemen.

3. Ponemos las rodajas de boniato sobre el papel de hornear y lo pintamos con un poco de aceite.


4. Le echamos un poco de sal en escamas y el tomillo seco, que le va muy bien al sabor dulzón del boniato.

5. Cubrimos con otro papel de hornear y presionamos un poco para que quede fijado.

6. Introducimos en el horno durante unos 20 minutos (aproximadamente) a 150ºC. Tanto el tiempo como la temperatura dependerán del horno que tengáis en casa.

7. Una vez horneados dejadlos reposar en el la bandeja hasta que se enfríen o templen, pero tened cuidado que no se quemen con el calor residual del horno.

En castellano: Buen apetito!




martes, 11 de noviembre de 2014

Carne de membrillo aromatizada con vino, canela y clavo

Seguimos con los platos de temporada. Esta receta más que un plato es lo que yo llamo un comodín para usarlo indirectamente en el acompañamiento de otros platos, pues casi nunca consumo la carne de membrillo sola. 

El otro día estuve en mi pueblo (Torrequebradilla) un pequeño pueblo de Jaén donde viven mis padres, y sorpresa: “ Niño llévate los membrillos que el árbol está doblado”. (A pesar de mi edad, en mi casa seguiré siendo siempre el niño) Y como el niño no sabe decir que no, pues media caja de membrillos que han venido para Granada.

Así que la primera receta que hago con esta fruta, que me encanta, va a ser la carne de membrillo, que utilizaré para varias cosas (alguna tarta, salsas, rellenos de hojaldre…), licor de membrillo (un par de botellitas para el frío invierno) y compota de membrillo.

El membrillo es una fruta muy saludable por diversos motivos, alimenta y apenas aporta calorías a nuestro organismo (siempre y cuando no se coma crudo o cocido). Es altamente beneficioso para desinfectar nuestro organismo y presenta un alto contenido en fibra (pectina y mucílagos) y taninos. Además contiene ácido málico, vital para eliminar el exceso de ácido úrico. 

Bueno, pasemos a la acción.


 
Ingredientes:
1 kg de membrillos (con piel y sin pepitas)
1 kg de azúcar ( Yo he puesto 750 moreno + 250 blanquilla) 
1 limón sin piel ni parte blanca ni semillas o el zumo de un limón 
½ cucharadita de canela molida o una canela en rama 
3 clavos de especias
30 ml de vino blanco






Preparación Tradicional: 

1. Lavamos y pelamos los membrillos y los troceamos. Lo echamos en una cacerola y le añadimos el zumo del limón, el chorreón de vino y lo cubrimos con el kilo de azúcar. Con las mondaduras de los membrillos, el corazón y los 3 clavos hacemos un atillo y lo metemos en un pequeño saco de gasa fina (para que a la hora de cocer el membrillo vaya soltando toda la peptina). Lo metemos también en la cacerola y lo dejamos toda la noche reposando (al menos 8 horas). 

2. Una vez macerado veremos que el membrillo ha soltado mucha agua. Ponemos la cacerola en el fuego y le añadimos la canela (aquí puede ser en rama para sacarla luego). Cuando empiece a hervir lo mantenemos así unos minutos. Bajamos el fuego y vamos removiendo a menudo con una cuchara de palo (para evitar que se pegue). En este momento hay que tener mucho cuidado a la hora de remover, pues salpica bastante y quema mucho, así que cuidado con las salpicaduras. 

3. Veremos que poco a poco el membrillo se irá deshaciendo y va tomando un color oscuro (si solo se utiliza azúcar blanquilla el color será dorado). 

4. Comprobamos que los trozos de membrillo están blandos, retiramos la rama de canela y el atillo con los corazones y las cáscaras de los membrillos. 


5. Pasamos la batidora por la cacerola y hacemos un puré fino. 

6. Seguimos cociendo un rato más hasta comprobar que el punto de cocción es el correcto: La cuchara de palo se tiene que mantener de pié en el centro de la cacerola. 

7. Retiramos del fuego y vertemos el contenido en los recipientes y dejamos que se enfríe completamente. Una vez frío se puede congelar en bolsas de congelación o mantenerse en lugar fresco. 


Preparación Thermomix: 


 Para esta receta he seguido algunas indicaciones del libro “Mis mejores recetas con thermomix 3.1” de Cristina Galiano, otras son de mi cosecha. 


1. Lavar bien los membrillos y quitarles sólo el corazón y las pepitas. Les dejamos la piel, pues ahí es donde se encuentra la mayor parte de la peptina que hace que espese (en realidad la mayor parte de la peptina se encuentra en el corazón del membrillo, pero tendríamos que hacer un atillo si queremos utilizarlo en la cocción. Yo los he desechado) 

2. Trocear los membrillos en porciones no muy grandes para que la máquina no sufra demasiado troceándolos.

3. Introducir en la máquina la mitad de los membrillos, el limón troceado sin nada de parte blanca ni pepitas y la mitad del azúcar. Ponemos el vaso cerrado y pulsamos el botón Turbo 4 – 5 veces. Añadimos el resto de membrillo y azúcar y el chorreón de vino. Volvemos a pulsar el botón Turbo otras 4 – 5 veces

4. Programar 30 minutos, 100ºC, velocidad 8. Tenemos que tener en cuenta que el tiempo de cocción es aproximado, pues dependerá del grado de maduración de los membrillos, cantidad de peptina que contengan,…

5. Cuando hayan transcurrido unos 10 minutos bajamos la velocidad a 5 o incluso 4. Tenemos que ver que la superficie de la mezcla se mueva. En este momento quitaremos el cubilete de la tapadera del vaso y le pondremos encima el cestillo para evitar salpicaduras. 

6. El membrillo estará hecho cuando observemos que incluso subiendo la velocidad a 8 – 9, la superficie de la mezcla a penas se mueve. 

7. Apagamos la máquina y dejamos que temple un poco nuestra carne de membrillo y una vez que se haya bajado un poco la temperatura podremos volcarlo en una fuente y lo dejamos enfriar sin tapar. Lo mejor es dejarlo que se oré durante un par de días en un lugar fresco. 

8. Si observamos que al enfriarse no se ha endurecido demasiado, lo podemos volver a meter en la Thermomix y programar más tiempo, pero yo prefiero que antes de envasarlo echar una cucharada en un plato congelado para que se enfríe muy rápido y ver si se queda líquido o espesa (igual que hacemos con las mermeladas), en función de eso mantenemos unos minutos más en la thermomix o volcamos en los recipientes. 



Sugerencias: 
  • Yo lo he envasado en distintos moldes pequeños de silicona y una vez frío y oreado lo he congelado en bolsas de congelar. Así me dura todo el año y queda perfecto sacándolo media hora antes de su uso. 
  • Con la canela y el clavo hay que tener cuidado en no pasarse, pues queremos que sepa a membrillo. La canela y el clavo sólo son para aromatizar un poco nuestra carne de membrillo. 
  • El usar azúcar moreno hace que nuestra carne de membrillo salga muy oscura y un poco menos dulce de lo habitual. 
  • El uso que hago de la carne de membrillo principalmente es para acompañar quesos añejos, de cabra semi frescos, o como base de alguna salsa para acompañar a alguna carne (Véase Fiambre con pistachos y trufas). También la suelo usar para acompañar al queso fresco o requesón.



sábado, 8 de noviembre de 2014

Pudin de calabaza


Tengo que dar las gracias a mi amiga Rossi que me regaló una calabaza y como mañana voy a comer con ella y algunos amigos más, qué mejor que compartir con ellos y sorprenderlos con un pudin de calabaza. Un postre de temporada que está exquisito y además sé que a alguno de ellos les encanta. 

La receta la he sacado de "Cocidito de mi vida" de Mavi, una Carolinense afincada en Granada que cocina estupendamente.

La receta la he modificado un poco sustituyendo algunos ingredientes respecto a la original.

Aquí os la dejo:


Ingredientes:
1Kg de calabaza limpia
1 rama de canela
1 pizca de Sal
1 bote pequeño de leche condensada (370gr)
300 gr de leche
250 gr de azúcar (he utilizado azúcar moreno)
160 gr de harina de repostería
1 sobre de levadura química
4 huevos
100 gr de AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra)
La ralladura de 1 limón

Elaboración:

1. Cortamos la calabaza en trozos y la ponemos a cocer en abundante agua con la rama de canela y la pizca de sal (Aunque sea un postre, la sal va a hacer que se potencie el sabor de la calabaza). La dejamos cocer unos 15 - 20 minutos hasta que veamos que la calabaza está tierna.

2. Escurrimos la calabaza y reservamos.

3. Precalentamos el horno a 160ºC calor arriba y abajo.

4. En una batidora o robot de cocina trituramos bien la leche condensada, la leche, el azúcar, el aceite y la harina mezclada con la levadura. En el caso que se utilice Thermomix la pondremos a Velocidad 4 e iremos añadiendo los huevos de uno en uno por el bocal del vaso con el robot en marcha.

5. Si se hace con batidora, una vez mezclado todo añadiremos los huevos de uno en uno y seguiremos mezclando.

6. Una vez que esté todo bien mezclado añadimos la calabaza bien escurrida y la raspadura de limón y trituramos todo el contenido enérgicamente hasta que quede bien fino. En el caso que se utilice Thermomix programamos Velocidad 5, 2 minutos.

7. Untamos un molde de horno con mantequilla y le espolvoreamos harina para que se pueda desmoldar fácilmente. Con las cantidades utilizadas se puede usar: 
  • Un molde de 23 cm de diámetro por 8 cm de altura. 
  • Moldes individuales de 8 cm de diámetro x 6.5 cm de altura
8. Vertemos la mezcla en el molde y lo introducimos en el horno.

9. Horneamos durante 50 - 60 minutos a 160ºC. El tiempo de horneado dependerá del tipo de horno pues no todos los hornos suelen funcionar igual.
Para asegurarnos que está totalmente cuajado lo pincharemos por el centro con una aguja para verificar que sale limpia.

 10. Dejamos enfriar y desmoldamos

  Buen provecho y disfrutad de él, pues es una delicia para el paladar.





miércoles, 5 de noviembre de 2014

Sopa de ajo

Por fin ha llegado el otoño, por no decir invierno de Granada, pues ya sabemos que aquí no tenemos ni otoño ni primavera. Aunque este año nos hemos sorprendido con el estreno de la nueva estación "veroño" por fin parece que nos ha dejado y ya tenemos aquí nuestros días lluviosos, temperaturas bajas y nevada en la Sierra.

Para que nuestro cuerpo vaya acostumbrándose a este frio que se nos ha metido de golpe, que mejor que una buena sopa calentita y con alguna que otra caloría de más.

Aquí os dejo una de las recetas más fácil y sabrosa de la humilde sopa de ajo.

Vayamos a ello:
Ingredientes :
50 gr de AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra)
40 gr de ajos (5-6 dientes)
1 cucharada sopera de pimentón
1,5 L de agua
4 huevos
Sal al gusto
4 rebanadas finas de pan del día anterior


Preparación con Thermomix

1. Ponga el aceite en el vaso y programe 5 minutos, temperatura Varoma, velocidad 1. Pare la máquina, añada los ajos y programe 4 minutos, temperatura Varoma, velocidad 3 1/2.

2. Baje los restos de las paredes del vaso y de la tapadera con la espátula, añada el pimentón y mezcle durante 5 segundo, sin temperatura y en velocidad 3.

3. Incorpore el agua y programe 20 minutos, 100ºC, velocidad 1.

4. Cuando termine el tiempo pare la máquina y eche los huevos y las rebanadas de pan. Déjelo en reposo unos minutos. Sírvalo muy caliente.


Preparación Tradicional

1. Ponga el aceite en una cacerola y añada los ajos cortados finamente en láminas y sofríalos hasta que estén dorados. 

2. Añada el pimentón y mezcle durante unos segundos con cuidado que no se queme, pues amargaría la sopa.

3. Incorpore el agua y llévela a ebullición, después baje el fuego y manténgalo a fuego vivo durante 20 minutos removiendo de vez en cuando.

4. Una vez pasado el tiempo eche los huevos y las rebanadas de pan. Déjelo en reposo unos minutos y sírvalo muy caliente.


Sugerencias:

- Si realiza su sopa de ajo con Thermomix, puede añadir una patata cortada a cuadros y una verduras como calabacín, zanahoria y judías verdes, ponerlo todo en el recipiente Varoma y en los 20 minutos de cocción subir la temperatura de la Thermomix a temperatura Varoma. Esto nos servirá para acompañar un segundo plato bien de carne o de pescado a la plancha o cocido.

Ensalada de otoño

¿Ensalada de otoño? Este año esta ensalada parece una broma, pues el otoño parece mas bien un veranillo del membrillo en pleno noviembre. 

Siempre que llega esta época y los granados empiezan a darnos su fruto me dispongo a hacer mi ensalada de otoño que tanto gusta a mis amigos.


Esta ensalada la probé por primera vez hace unos cuantos años en el bar "la bodeguilla de al lado" donde Fuensanta prepara la mejor ensalada de otoño o ensalada de granadas y bacalao que he probado jamás.

Este año, mi amiga Mª Jesús me ha invitado a la fiesta de la castaña a su pueblo, Mecina Bombarón, en plena Alpujarra granadina, y como sé que ella es una apasionada de la ensalada de otoño he decidido llevar un tupper para compartir con ella y el resto de la expedición que allí nos juntamos.

Espero que os guste tanto como nos gusta a mí y mis amigos.

Vamos a ello:

Ingredientes
1/2 kilo de bacalao salado
1 granada
el zumo de 1/2 naranja
1 cs de azucar
30 ml de vino oloroso (también sirve el vino
 de naranja o un chorreón de cointreau)
100 ml de AOVE
Sal
un puñado de nueces peladas

 
Preparación Tradicional 


1. Ponga el bacalo a desalar en un recipiente con agua fría. Siga las instrucciones de desalado, pues cada bacalao suele tener un punto de sal distinto que puede hacer que nuestro plato no salga tal y como esperamos. Lo normal es tener el bacalo en remojo unas 24 horas y cambiar el agua cada 8 horas y durante ese tiempo mantenerlo en el frigorífico.

2. Unas 2 horas antes de finalizar el tiempo de desalado del bacalao desgranamos la granada (un truco para ello es darle unos golpecitos, con una cuchara de madera, por fuera y pelarla a continuación). Añadirle la cuchara de azucar y el vino oloroso. Mezclarlo un poco rompiendo algún que otro grano de granada y dejarlo macerar en el frigorífico.

3. Una vez transcurridas las 24 horas de desalado del bacalao, lo escurrimos, probamos el punto de sal y si está bien desalado comenzamos a desmenuzarlo con los dedos para que queden trozos pequeños (de lo contrario lo mantendremos más tiempo en agua). Muy importante no desmigarlo con cuchillo pues quedaría muy apelmazado.

4. Añadimos al bacalao los granos de granada macerados mezclamos con una cuchara y añadimos el aceite, mezclamos bien y probamos para ajustar de sal en el caso que sea necesario.

5. A mi me gusta con bastante aceite (quizá por eso de ser de Jaén) y le suelo añadir un poco más y un puñado de nueces al final.


6. Una vez mezclado todo lo dejamos en el frigorífico y lo sacamos unos 30 minutos antes de servirla para que se atempere un poco y el aceite se licue.


Sugerencia 

- Haga esta ensalada en la víspera de su consumo, pues mejora mucho de un día para otro. Tiene que tener en cuenta que al poner el bacalao para desalarlo hay que hacerlo un día antes, por tanto se tiene que planificar al menos con dos días de antelación a su consumo.


- A la hora de servirla puede hacerlo sobre pan recien tostado, en platos individuales para cada comensal el suyo, en una fuente en el centro de la mesa, o en cucharitas individuales.